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Uno de los principales beneficios del concurso de acreedores es que garantiza la igualdad de condiciones para los acreedores. Este procedimiento evita que un acreedor en particular se beneficie a expensas de los demás, ya que establece el principio de "par conditio creditorum" que busca asegurar que todos los acreedores tengan las mismas expectativas de cobro y sean tratados equitativamente. Esto proporciona seguridad y confianza a los acreedores, ya que saben que tendrán la oportunidad de recuperar sus créditos en igualdad de condiciones.
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El procedimiento del concurso de acreedores se estructura en torno a una serie de principios y características fundamentales. Uno de estos principios es la unidad legal, que implica que en la misma legislación se regulan tanto los aspectos materiales como los procesales del concurso. Esto proporciona un marco jurídico completo y coherente para la gestión de la insolvencia.
Además, el procedimiento concursal se caracteriza por su flexibilidad, lo que permite su adaptación a diversas situaciones y necesidades. Esto significa que se pueden aplicar diferentes medidas y soluciones según las circunstancias específicas del caso. Por ejemplo, el concurso de acreedores no se limita solo a empresas, sino que también puede aplicarse a personas físicas, brindando una oportunidad de segunda oportunidad a los deudores.
La finalidad principal del concurso de acreedores es la satisfacción de los acreedores, es decir, asegurar que los créditos pendientes sean pagados en la medida de lo posible [2]. Sin embargo, también busca proteger los intereses del deudor y promover la supervivencia o viabilidad de las empresas en dificultades, evitando su desaparición y preservando el tejido productivo y empresarial del país.
El procedimiento del concurso de acreedores tiene efectos importantes sobre los acreedores. Una vez declarado el concurso, todos los acreedores que intervienen se integran en la masa pasiva del concurso, lo que implica que sus créditos se incluyen en el proceso y se someten a las reglas establecidas por la ley. Sin embargo, existen excepciones previstas en la legislación que pueden afectar la inclusión de ciertos acreedores en el concurso.
Es importante tener en cuenta que el concurso de acreedores no garantiza el pago total de las deudas, especialmente cuando estas son elevadas y numerosas. Sin embargo, ofrece una vía legal y estructurada para gestionar la situación de insolvencia, buscando maximizar la recuperación de los créditos en la medida de lo posible y protegiendo los intereses de todas las partes involucradas.
En resumen, el concurso de acreedores brinda beneficios tanto a los deudores como a los acreedores. Proporciona un marco legal que garantiza la igualdad de condiciones en el cobro de las deudas, paraliza las ejecuciones y embargos, y ofrece la posibilidad de reestructurar la deuda y permitir la continuidad del negocio. Aunque no garantiza el pago total de las deudas, el concurso de acreedores es una herramienta importante para gestionar situaciones de insolvencia y buscar soluciones equitativas y viables para todas las partes involucradas.
El costo depende de cada caso, pero siempre tendrás un presupuesto cerrado antes de iniciar el procedimiento, con independencia de la duración.
El coste depende de cada caso. Pero con Liberae siempre tendrás un presupuesto cerrado antes de iniciar el procedimiento, con independencia de su duración. Muchas empresas te cobrarán una cuota mensual sin que puedan asegurarte la duración del proceso, que puede extenderse varios años. Sin embargo, en Liberae conocerás el coste total de acogerte a un concurso de acreedores desde el primer momento, para que puedas tomar una decisión.